Quiero contarte que por fin ha llegado el momento de compartir mi nuevo álbum: El Escondite.
Un disco que nació de madrugada, cuando mi pueblo dormía, desde un lugar oculto: mi estudio.

A veces, en la vida, hay una fuerza que nos obliga a escondernos. Puede ser la presión del trabajo, las expectativas desmedidas, los problemas familiares o sociales. Cada uno carga con sus propias razones.
Cuando éramos pequeños, había un juego que se llamaba el escondite, en el que una amenaza —ese niño que contaba pegado a la pared— te obligaba a esconderte. Si tenías paciencia y encontrabas el lugar perfecto, podías salvar a todos… pero, sobre todo, te salvabas a ti mismo.

El proceso de creación

El Escondite se concibió así: componiendo diez piezas en la calma de la madrugada, pacientemente, desde mi lugar preferido para esconderme —mi estudio—, esperando el momento adecuado para salir.
Y ese momento es ahora.

Este álbum ha sido un refugio. Un espacio donde pude encontrar silencio, calma y verdad en medio del ruido del mundo.
He intentado capturar esa sensación de paz que solo aparece cuando todo se detiene, cuando uno deja de huir y se permite simplemente estar.

Por mí, por todos mis compañeros… y por mí primero

Así que grito: “Por mí, por todos mis compañeros… y por mí primero”.
Porque este disco ha sido terapéutico para mí, y espero que también lo sea para ti.
Si alguna vez sentiste la necesidad de esconderte del mundo para volver a encontrarte, creo que El Escondite puede acompañarte en ese viaje.

👉 Reserva El Escondite aquí